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Salud / Cáncer

La alimentación y la actividad física, luego de ser diagnosticado de un cáncer

Por:Agencias/


Imagen/IA

El cáncer de próstata ya es una causa importante de morbilidad y mortalidad en todo el mundo y la comisión del cáncer de próstata proyecta que el número de casos nuevos se duplicará entre 2020 y 2040.

En promedio, más de una de cada tres personas en Estados Unidos desarrollará algún tipo de cáncer en algún momento de su vida, según la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer. Y muchos de esos casos, afirman, pueden prevenirse si se modifica la dieta, entre otras cosas.

El cáncer de próstata ya es una causa importante de morbilidad y mortalidad en todo el mundo y la comisión del cáncer de próstata proyecta que el número de casos nuevos se duplicará entre 2020 y 2040. La comisión analiza intervenciones tanto inmediatas como a largo plazo para mitigar el impacto global actual y futuro proyectado del cáncer de próstata. La carga de enfermedad a nivel mundial ya es sustancial, pero hay áreas de la atención del cáncer destacadas por la comisión, donde la tecnología, el empoderamiento de los pacientes y las innovaciones simples en el cambio de prácticas pueden hacer avanzar el control del cáncer. Hay oportunidades disponibles desde la vía de diagnóstico hasta el tratamiento de la enfermedad avanzada y es necesario implementarlas con urgencia para preparar mejor a los pacientes y a los proveedores de atención médica, para responder a la carga actual y futura del cáncer de próstata. La Comisión Lancet sobre el cáncer de próstata proporciona una agenda para un programa realista de cambios que, si se implementa, mejorará la salud de los hombres en todo el mundo, tanto ahora como en el futuro.

Según el NYT, Los científicos tienen una buena idea de los alimentos que hay que evitar para reducir el riesgo de cáncer, como las carnes rojas y procesadas, las comidas “rápidas” o procesadas, el alcohol y las bebidas azucaradas. Pero Johanna Lampe, investigadora sobre prevención del cáncer del Centro Oncológico Fred Hutchinson de Seattle, afirmó que no siempre es sencillo saber qué comer. Muchos estudios sobre nutrición dependen de que las personas recuerden con exactitud lo que consumieron hasta hace un año, comentó Lampe. Además, es difícil comprender cómo pueden influir los alimentos en la salud cuando forman parte de una dieta más amplia, a eso se suma el estilo de vida, el entorno, las hormonas y los genes, que también tienen mucha relación con las enfermedades.

Nigel Brockton, vicepresidente de investigación del Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer en Washington D. C., afirma que ningún alimento puede prevenir el cáncer por sí solo, pero que seguir una dieta sana parece reducir el riesgo de contraerlo.

Ser diagnosticado de un cáncer e iniciar el tratamiento pautado por el especia- lista puede provocar que olvidemos otros aspectos cotidianos que también son parte imprescindible de cualquier tratamiento contra la enfermedad, como son las relaciones sociales, la familia, la actividad física y la alimentación.

La alimentación y la actividad física son un componente básico en cualquier tra- tamiento de cáncer Comer bien y moverse suficientemente es más importante que nunca durante el tratamiento oncológico, ya que un buen estado nutricional y físico es esencial para afrontar los diferentes tratamientos.

La mayoría de tratamientos de cáncer son largos y combinan diferentes terapias que, a su vez, pueden provocar diversos efectos secundarios en el paciente Aun así, las recomendaciones alimentarias de base son las mismas para todos los tipos de procesos oncológicos y las fases del tratamiento, aunque se deberán ir adaptando según vayan apareciendo los diferentes síntomas o efectos secunda- rios del tratamiento.

La alimentación que convendría seguir, sea cual sea el tipo, localización o fase del tratamiento (si no existe alguna recomendación concreta para su caso particular), es una alimentación sana y equilibrada, que contenga ali- mentos de todos los grupos en la cantidad y frecuencia adecuadas Una dieta adecuada durante el tratamiento ayudará a:

  • Obtener los nutrientes necesarios para el buen funciona- miento de todo el organismo y, por tanto, mantener un buen estado nutricional
  • Mantener un peso adecuado
  • Mantener el organismo bien hidratado
  • Tolerar mejor el tratamiento y los efectos secundarios que provoca
  • Combatir mejor posibles infecciones
  • Mantener la calidad de vida del paciente a lo largo del tratamiento
  • «La alimentación que convendría seguir, [… ] es una alimentación sana y equilibrada, que contenga alimentos de todos los grupos en la cantidad y frecuencia adecuadas.»



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    Por: Antonieta de la Fuente
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