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La actuación es fuerte y conmovedora, no se puede permacer indiferente a las imagenes. Permanece como una aura, sentimientos encontrados te acompañan aún cuando dejas Lilla Scenen hacia el metro de Östermalm. Es imposible ignorar todo lo que transmite. Al mismo tiempo, creo que dice mucho de lo que se calla en los medios, pienso en Chile 1973 con sentimientos encontrados. Una obra de Ernst Toller que no pierde vigencia.
El programa gana muchos puntos gracias a sus descripciones precisas de las injusticias en el mundo y de cómo los que están en el poder explotan la vulnerabilidad y la debilidad de las personas. Algunas escenas son poderosas y muy directas. Los actores son los que llevan la voz cantante en gran medida. Marcus Vögeli, en el papel del vulnerable y confundido Hinkemann, recibe mi ovación de pie junto con los demás actores.(Expressen)
Hinkemann es un soldado que fue herido, hospitalizado y luego enviado a casa con su esposa. Tiene recuerdos violentos y sufre trastorno de estrés postraumático (TEPT). Está claro que él y su esposa necesitan ingresos. El diseño del escenario lo subraya con el papel pintado descascarado a los lados del escenario. Hinkemann obviamente necesitaría tratamiento para sus problemas mentales. Uno de los muchos mensajes del programa es que necesitamos sociedades en las que las personas que han sufrido tales lesiones mentales puedan recibir apoyo y ayuda en lugar de verse obligadas a irse y buscar trabajo.
"Los destellos de las granadas, el ruido ensordecedor de los obuses al desintegrar cuerpos, están fuera de las fronteras oficiales de Europa, las esquirlas, los dramas y tragedias de la guerra se viven en Siria, en gaza, en Ucrania, mientras la UE, cierras sus puertas. Trump ha logrado intimidar a la muy debilitada UE." Los partidos políticos están sufriendo mutaciones ideológicas, los votantes como el soldado que llega de la guerra, están castrados y desorientados, todos le vuelven la espalda.
“Hoy en día hay que ser un carrusel para sobrevivir. Gira, tienes que seguir girando”
Hinkemann intenta encontrar su lugar en la vida después de su tiempo como soldado. Pero lo persiguen recuerdos violentos y el mundo con el que se encuentra tiene dificultades para manejarlo y tomar sus problemas en serio. Ni siquiera su esposa comprende y acepta en quién se ha convertido. La única persona que ahora ve algo en Hinkemann es el director del parque de atracciones de la ciudad.
(Aftonbladet)
Ernst Toller (1893-1939) fue un dramaturgo alemán mejor conocido por sus obras expresionistas y su compromiso político. Hinkemann, como muchas otras obras, fue escrita en prisión a principios de la década de 1920, donde fue encarcelado como resultado de su participación en la revolucionaria República de los Consejos de Baviera, de tendencia socialista, de la que fue presidente durante seis días en 1919. Era judío y un antifascista muy declarado que se vio obligado a abandonar Alemania cuando los nazis tomaron el poder.
Anja Suša es una directora de teatro ganadora de múltiples premios y activa en Serbia, Croacia, Montenegro, Eslovenia, Polonia, Suecia y Dinamarca. Desde 2019 imparte docencia como profesora de dirección teatral en la Universidad de las Artes de Estocolmo. En Dramaten ya ha presentado #Jeanne, una producción que recibió el Gran Premio en el Festival Internacional de Teatro de Belgrado en 2023. Anja Suša y Tom Silkeberg colaboran desde hace muchos años. Los textos de Silkeberg se representan con frecuencia en toda Europa y actualmente está trabajando en una aclamada reescritura de Orlando en el Teatro Burg de Viena.
Marcus Vögeli i titelrollen. Foto: Sören Vilks / Dramaten
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